Conocido como “El Grillo”, Luis Alfonso Velásquez Flores, es un personaje histórico que nos enseña que la edad no es impedimento para considerar la participación en las luchas revolucionarias.
Motivado por la libertad de la tierra nicaragüense, se unió a las actividades encomendadas y a pesar de su corta edad es recordado con acciones como el correo para la guerrilla, elaboración de bombas de contacto, recolecta de dinero para la causa y acciones de vigilancia.
Nacido el 31 de julio de 1969, era el menor de 6 hermanos y ofrendó su vida un 2 de mayo de 1979, después de sufrir la emboscada de la Guardia Nacional de Somoza al dispararle y atropellarlo, cinco días después de lo ocurrido falleció.
Cuarenta y cinco años después del paso a la inmortalidad del niño Luis Alfonso su legado está vivo. Por su convicción revolucionaria está presente en la memoria del pueblo de Nicaragua, como el niño mártir de la Revolución.
Inspirados en su determinación, valentía y compromiso se reconoce a Luis Alfonso, desde su ejemplo de lucha con los diversos programas dirigidos a la niñez y adolescencia, con los espacios de recreación sana en los parques de todas las ciudades del país, la restitución del derecho a la educación gratuita y de calidad, entre otros, promovidos por el Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional.