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¡SANDINO VIVE, LA LUCHA SIGUE!

Augusto Nicolás Calderón Sandino, más conocido como Augusto C. Sandino, nació el 18 de mayo de 1895 en Niquinohomo, Masaya; hijo de Margarita Calderón, una trabajadora del café, y Gregorio Sandino, un pequeño empresario; Sandino creció en un entorno marcado por la pobreza y las injusticias sociales, desde temprana edad, fue testigo de las adversidades que enfrentaban las clases más desfavorecidas, sus experiencias de juventud, marcadas por la opresión de los campesinos y trabajadores, forjaron en él una convicción inquebrantable de lucha por la soberanía y la justicia. 

Inicios de la lucha revolucionaria 

En 1927, ante la imposición del Pacto del Espino Negro que mantenía la injerencia estadounidense en Nicaragua, Sandino tomó la decisión y fundó el Ejército Defensor de la Soberanía Nacional (EDSNN), compuesto principalmente por campesinos y obreros; dirigió la resistencia desde las montañas de las Segovias desde donde llevó adelante una guerra de guerrillas que desafiaría al imperialismo con un mensaje de dignidad y autodeterminación.  

Su estrategia, basada en el conocimiento del terreno y el apoyo del campesinado, demostró la capacidad del pueblo para resistir la opresión, a pesar de contar con menos recursos, su convicción lo hizo indomable y en 1933 tras años de lucha, logró la retirada de las tropas estadounidenses, un hecho histórico que reafirmó la capacidad del pueblo nicaragüense para defender su soberanía. 

Traición e inmortalidad de un espíritu de libertad y justicia 

Sandino acordó un alto al fuego con el Gobierno del presidente Juan Bautista Sacasa; como gesto de paz, el General Sandino aceptó una invitación para reunirse con el presidente en Managua, donde luego de esa reunión el 21 de febrero de 1934, fue capturado y asesinado por la Guardia Nacional de Anastasio Somoza García, quien servía a los intereses del imperialismo brutal de Estados Unidos, quien posteriormente instauraría una dictadura familiar que duraría más de cuatro décadas, sin embargo, su muerte no significó el fin de su lucha, sino el nacimiento de un símbolo de patriotismo, resistencia y dignidad que sigue inspirando a nuevas generaciones de militantes sandinistas. 

Legado histórico y revolucionario del General de hombres y mujeres libres 

El General Sandino es reconocido como uno de los más grandes líderes revolucionarios en américa latina; su resistencia e ideales obligaron a Estados Unidos a doblegarse y retirar sus tropas de Nicaragua en 1933, lo que significó una victoria para la soberanía nacional, además, su lucha inspiró y motivó a numerosos movimientos revolucionarios; sandino también fue un visionario en materia de justicia social y economía, promovió la autogestión campesina y la organización comunal, estableciendo en la Segovia una estructura de trabajo cooperativo que buscaba empoderar a los más desfavorecidos.  

El Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), fundado el 23 de julio de 1961, adoptó su nombre en honor al legado de Sandino y que logró derrocar la dictadura de Somoza en 1979, continuando con los ideales de justicia social y autodeterminación que él defendió. El ideal de Sandino ha sido retomado y fortalecido bajo el liderazgo del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), el Copresidente comandante Daniel Ortega y la Copresidenta Compañera Rosario Murillo y han impulsado un proceso de transformación social, política y económica basado en los principios por los cuales Sandino luchó: soberanía, independencia y justicia social. 

A 91 años de su paso a la inmortalidad, el pensamiento, ejemplo y legado revolucionario de Augusto C. Sandino siguen vigentes en la juventud nicaragüense, que lo recuerda como un referente de dignidad y amor patriótico, su vida y obra continúan siendo fuente de inspiración en la lucha por la defensa de los derechos del pueblo y la soberanía nacional, ¡Sandino vive hoy, mañana y siempre!.

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